La triste historia de la Risiera di San Sabba

A las afueras de Trieste, a unos 5 kilómetros al sur de la ciudad, cerca de la frontera con Eslovenia, se encuentra uno de los lugares más oscuros de la historia de Italia, la Risiera di San Sabba. Y es que allí, en el barrio de San Sabba, se encontraba el único campo de concentración nazi de todo el país.

 

Breve historia de la Risiera di San Sabba

La Risiera di San Sabba era una planta procesadora de arroz (Risiera se podría traducir como Arrocera) que empezó a funcionar allá por 1898. En los años posteriores, entre ampliaciones y reestructuraciones, la fábrica sufrió numerosos cambios.

La producción de arroz finalizó por completo en 1934. Mientras tanto desde 1930, la armada real italiana empezó a usar diferentes zonas de la fábrica para almacenar todo tipo de materiales y a partir de 1940 la emplearon como cuartel militar.

Tras la ocupación alemana, la fábrica, que ya llevaba varios años sin producir arroz, fue empleada por los nazis como campo provisional de prisioneros (partisanos, presos políticos y judíos principalmente), donde los hacinaban hasta que eran trasladados a los campos de Dachau, Auschwitz o Mauthausen. Se acabó construyendo un horno crematorio en el patio de la fábrica el 4 de abril de 1944, el cual estuvo en funcionamiento poco más de un año, hasta la noche entre el 29 y el 30 de abril de 1945.  Fue entonces cuando los propios nazis lo destruyeron en su huida, mediante el empleo de dinamita, intentando eliminar la evidencia de sus crímenes. Esta práctica de destruir los crematorios ya la aplicaron los nazis en otros muchos campos de concentración.

En años posteriores, lo que quedaba de la fábrica se empleó como campamento para la recogida de refugiados.

Y fue en 1965, cuando la Risiera di San Sabba fue declarada Monumento Nacional por decreto del Presidente de la República. Al año siguiente, el ayuntamiento de Trieste organizó un concurso para convertir la Risiera en un museo. El ganador fue el arquitecto Romano Boico, que acabó renovando la fábrica y transformándola en lo que hoy conocemos como Museo Cívico de la Risiera di San Sabba, que fue inaugurado en 1975.

 

La visita de la Risiera di San Sabba

Hay diferentes estancias a resaltar:

La entrada

Un largo pasillo con muros de cemento de 11 metros de altura que sorprenden al visitante y crean una entrada como poco inquietante. Idea del ya mencionado arquitecto Romano Boico.

Entrada Risiera di San Sabba

Celda de la muerte

Donde se encerraba a los presos hasta su incineración.

Celdas

Calabozos de espacio muy reducido donde se hacinaban hasta 6 prisioneros a la vez. Las dos primeras celdas se empleaban como lugar de tortura.

No se puede acceder a su interior, pero desde fuera ya se intuye su diminuto espacio

Sala de las cruces

Llamada así por las vigas de madera que la sostienen.

Lo más destacado de esta sala son pertenencias expoliadas por los nazis a judíos triestinos. Algunos de los objetos se acabaron recuperando y ahora se exponen en una de las paredes de la habitación.

El Patio

En el suelo del patio se observa una plancha metálica que nos indica dónde se ubicaban el horno crematorio, la chimenea y el canal subterráneo por donde discurría el humo y conectaba ambas construcciones.


En la huella metálica donde se hallaba la chimenea, se levanta, a día de hoy, una simbólica escultura que representa el humo que de allí brotaba.

En esta imagen se aprecia claramente la plancha metálica que representa la vía por donde circulaba el humo hasta la chimenea (al fondo)

Sala de la conmemoración

Un pasillo con diversas placas que recuerdan a algunos de los presos de la Risiera y una sala repleta de información periodística y documental sobre lo que allí ocurrió.

Escultura en la sala de la conmemoración de la Risiera di San Sabba

El edificio central

Este edificio de seis plantas sirvió como cuartel: en los pisos superiores se encontraban los dormitorios para los soldados de las SS alemanes y las cocinas y cantinas en el nivel inferior, ahora reconvertido en museo.

En la fachada del edificio central se observa claramente la huella del crematorio

Museo

Es la única parte que se visita del edificio central. En él se exponen objetos, recuerdos, documentales y todo tipo de información sobre lo sucedido.

Según leí, el museo «ha cambiado su connotación didáctica original para convertirse en un sitio para la conservación de la memoria, un lugar donde el visitante entra en contacto directo y tangible con el sufrimiento humano».

 

Información sobre la Risiera di San Sabba

Dirección: Trieste – via Giovanni Palatucci, 5

La visita se puede realizar por libre o mediante audioguía. Recomiendo esta segunda opción pues es una forma idónea de enterarte de la historia de cada rincón de la Risiera.

Horario: Todos los días de 09:00 a 19:00 (última entrada a las 18:30) – la visita se realiza en una hora u hora y media.
Cierra el 1 de enero y el 25 de diciembre.
Los días 24 y 31 de diciembre abre de 09:00 a 13:00.

Precio: La entrada es gratuita, pero deberás abonar 2 euros por la audioguía (la hay en español) – las audioguías dejan de repartirse a partir de las 17:40

Ver la Risiera di San Sabba en Google maps

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