Croacia es un país con innumerables islas y todas tienen su encanto particular, de eso no cabe duda. A la hora de planear un viaje a Croacia la gente se pregunta ¿qué islas debo visitar?, ¿cuáles son las mejores?. La respuesta es: depende.
Depende de si queremos bañarnos en playas cristalinas, de si queremos ir a zonas sin apenas turistas, o salir una noche de fiesta. De si queremos probar los mejores platos o si deseamos recorrer los senderos con mejores vistas. Todo depende.
Pero una isla que a nosotros nos encantó y que aun siendo conocida, no es tan visitada como sus hermanas Hvar, Korcula o Brac, es la isla de Mljet.
Un día en Mljet
El día que visitamos esta isla nos amaneció en Dubrovnik. Nuestra idea era ir en nuestro coche alquilado hasta el puerto de Prapratno, que se encuentra a poco más de una hora de conducción. Y una vez allí, subir con el coche en el ferry que nos llevaría hasta la isla de Mljet, y así, de esta manera, nos sería mucho más sencillo desplazarnos por la isla.
Y algunos os preguntaréis: ¿por qué no fuisteis directamente a Mljet desde Dubrovnik?. La respuesta es sencilla, porque no nos convenía ningún ferry.
La página que usé a la hora de buscar los horarios y las diferentes conexiones entre las islas croatas fue esta.
En dicha página tenemos que elegir una isla y nos indica aquellos ferries que salen y que van a esa isla, con sus horarios correspondientes.
Pues bien, de Dubrovnik a Mljet había varios, pero no todos circulaban en verano. Y de aquellos que sí lo hacían, muchos de ellos no permitían vehículos, por lo que los descartamos (tenéis que fijaros mucho en este detalle a la hora de planificar los horarios de los ferries). En la página avisan con un cartel que indica: «As this is a foot-passenger only ferry, cars are not permitted on board the ferry Catamarán»
Y para colmo, la línea de un ferry que sí nos interesaba, por horario y porque se podía subir con el coche, estaba suspendida ese año.
En la página decían – Note: THIS LINE IS SUSPENDED
Debido a todo esto, decidimos coger el ferry que salía a las 10:15 desde el puerto de Prapratno. Había otro a las 07:00 de la mañana pero nos parecía muy temprano saliendo desde Dubrovnik. Siempre es recomendable ir con tiempo al puerto para pillar sitio porque si el ferry se llena de vehículos y el tuyo ya no cabe, te quedas en tierra. Nosotros llegamos allí a las 09:30 y éramos los segundos, por lo que puede que no haga falta tanta prontitud. Aunque todo depende de las fechas, la hora y la isla.

Una vez en el ferry el trayecto duró unos 45 minutos, los cuáles aprovechamos para dormir un poco, bueno, también salimos un rato a contemplar el paisaje.

El precio fue de unos 17 euros (por persona) ida y vuelta con coche incluido – unos 70 euros en total aproximadamente. Los ferries suelen ser grandes y cómodos y apenas se mueven (lo digo por aquellos que se marean, yo incluido :))

La isla de Mljet tiene tres puertos: Sobra, Polace y Pomena.
La Cueva de Ulises
Nuestro ferry tenía como destino el puerto de Sobra, que además era el que más cerca estaba de nuestra primera visita, la Odysseus Cave. De Sobra nos dirigimos con el coche a la localidad de Babino Polje, que se encuentra a menos de 10 minutos del puerto. Aparcamos junto al Tommy Supermarket, en una pequeña explanada donde ya había unos pocos coche más estacionados y entramos en el supermercado para comprar el aprovisionamiento. Como todo estaba en croata, acabamos comprando un paté cuyo envase parecía comida para perros, pero que untado en pan estaba bien bueno :).
Una vez comprados los víveres, comenzamos nuestra caminata por un sendero que partía muy cerca de donde habíamos aparcado el coche. Esta senda, en poco más de 20 minutos nos llevaría a la no muy conocida Odisejeva špilja, también conocida como Odysseus Cave. Cuenta la leyenda que es esta la cueva a la que Ulises (Odiseo) llegó tras naufragar su barco y donde fue «retenido» durante años por Calipso.
Pues bien, nosotros no fuimos retenidos, más bien nuestra visita fue breve, pero mereció mucho la pena. El inicio del sendero está indicado con un cartelito que dice «Odysseus Cave», pero si no lo localizáis, podéis preguntar en el mercado que mencioné antes.
Conforme avanzamos por el camino nos vamos acercando al mar.

En el último tramo del recorrido empezamos a ver una gran abertura en la tierra, que se corresponde con la parte superior de la cueva.

Entrar a la cueva por aquí sería realmente peligroso, así que lo mejor es bordear esta entrada por la derecha y seguir bajando hasta el mar. Llegaremos a una zona empedrada donde la gente aprovecha para extender sus toallas y tomar el sol.

Y después de este descanso, ya iba siendo hora de visitar la cueva, que era a lo que habíamos venido.
A la Odysseus Cave se accede por el mar. No esperéis encontrar escaleras de bajada, más bien, tendremos que saltar al agua directamente desde las rocas, pero es un salto muy pequeño. Aunque es cierto que hay zonas más elevadas desde las que poder lanzarse.
Una vez en el mar ya estamos al lado de la entrada. Esta es pequeña y consiste en un túnel de techo bajo y de unos pocos metros de longitud que conducen a una gran gruta, con la abertura que vimos cuando recorríamos el sendero.
La mejor hora para atravesar el túnel es a mediodía, pues la luz del sol incide de lleno sobre el agua y esta se torna azul celeste.

La cueva en sí no es nada espectacular. Lo más interesante es el túnel de entrada, el color del agua a mediodía y poder nadar en la cueva.

La cueva tiene mucha luz debido a que no tiene «techo».
En esta expedición pudimos observar innumerables peces, alguna que otra medusa y erizos de mar. Uno de ellos albino!!
Después de estar por aquí un rato, decidimos volver a las toallas para comer. Preparamos nuestros bocatas de “comida de perro”, pero las incómodas avispas no dejaban de molestar, así que decidimos recoger los bártulos y acabarnos el bocata en el camino de vuelta. Así de paso ahorrábamos algo de tiempo.
Parque Nacional de Mljet
Nos subimos al coche y pusimos rumbo a nuestra segunda visita, el Parque Nacional de Mljet. El mayor atractivo de este parque son sus dos lagos de agua salada; uno mayor, llamado Veliko Jezero y otro menor, conocido como Malo Jezero. Está permitido bañarse en ellos, así como recorrerlos en kayak. Estos lagos se encuentran rodeados de pinos y los paseos que los circundan son realmente hermosos.
Hay tres entradas al Parque. Una se encuentra en la localidad de Polače, desde donde facilitan un transporte hasta el Parque (Pristanište), ya que queda algo alejado. Otra entrada queda en la localidad de Pomena, algo más cercana y desde la que se puede acceder al Parque andando. Y la última cerca de Goveđari.
Los precios de entrada vienen detallados en la siguiente página:
Nosotros nos dedicamos a dar un pequeño paseo rodeando el lago principal, hasta llegar al lago más pequeño donde había gente bañándose. El paisaje que se observa durante el recorrido es realmente agradable y bello.


En el Parque Nacional de Mljet se pueden alquilar bicicletas, las cuales pueden ser idóneas para recorrerlo.
Una vez llegamos al lago menor, el cual se comunica con el grande, por un pequeño puente, vimos que de allí salía un barquito que te llevaba hasta una pequeña isla conocida como isla de Santa María, situada en mitad del gran lago y donde se encuentra un monasterio benedictino del mismo nombre, que fue construido de 1177 a 1198.
Así que nada, nos subimos al barco y en pocos minutos llegamos a la isla. Una vez nos bajamos, dimos una vuelta al islote para hacer las pertinentes fotos y en media hora pillamos el barco de vuelta.



El barco que lleva a la isla de Sta María sale desde dos sitios diferentes. Desde Mali Most, o lo que es lo mismo, desde el lago pequeño, que es desde donde lo cogimos nosotros y desde Pristanište, que se encuentra muy cerca de la tercera entrada de acceso al Parque.
En principio nuestra idea era bajarnos en Pristanište y acabar así nuestra visita a este Parque Nacional. Pero por caprichos del destino o por error nuestro, el barquito nos llevó otra vez al lago menor, por lo que tuvimos que recorrer el sendero que hicimos inicialmente, pero ahora a la vuelta. Tampoco pusimos muchas pegas la verdad, así tendríamos más tiempo de despedirnos del Parque. Y qué mejor manera de hacerlo que con un chapuzón.

Una vez secos, nos dirigimos al coche y pusimos rumbo al puerto de Sobra, para abandonar esta mágica isla que nos regaló un día espléndido.
Información resumida de Mljet
- Hay tres puertos en la isla de Mljet: Sobra, Polace y Pomena
- A la Odysseus Cave o cueva de Ulises se accede por un sendero que parte del pueblo Babino Polje
- La visita de la cueva es gratuita
- El Parque Nacional de Mljet tiene tres entradas diferentes
- Desde Polace hay transporte incluido en la entrada que te lleva hasta Pristanište
- El precio de entrada varía según la época del año
- El barco que lleva a la isla de Sta María sale de dos sitios diferentes: Mali Most y Pristanište
Hola, que consideras un salto pequeño para llegar a la cueva?? y luego como vuelves a las rocas? gracias
Hola Ester. La pared de rocas está escalonada por lo que hay puntos en los que podrás acceder al mar sin apenas saltar. Y para volver, hay alguna zona con cuerda o si no con un pequeño impulso, como cuando sales de una piscina