El octavo día de mi periplo por Tailandia lo pasé entero en la península de Railay, uno de los mejores destinos del país. Así que aquí va esta entrada con todo lo que puedes ver y hacer en Railay en un día:
Yo me alojé en el hotel Railay Garden View. A la hora del desayuno estaba en una estupenda terraza desde donde tenía unas vistas privilegiadas del mar de Andaman, y a mis pies, una frondosa vegetación donde se veían monos saltando de rama en rama.

Hay muchos alojamientos en Railay pero son caros en comparación con el resto del país, por lo que puedes alojarte en Ao Nang o en Krabi y luego acercarte en Long Tail Boat en 10 minutos (información más detallada en la entrada anterior).
Qué ver y hacer en Railay en un día:
1 – El Mirador o View Point
Puedes empezar fuerte intentando subir hasta el mirador o View Point. La subida se las trae, pues es empinada, resbaladiza y normalmente se encuentra embarrada. A todo esto hay que sumarle las numerosas rocas picudas sembradas por el terreno, por lo que recomiendo llevar un buen calzado. Al menos hay cuerdas a las que puedes agarrarte durante el ascenso.
El premio final, además de haber llegado, es una increíble panorámica del lugar.
Es una subida dura pero factible, eso sí, evítala si llueve o si está anocheciendo, pues, en ese caso, no se reúnen las condiciones de seguridad necesarias.
Durante el ascenso encontrarás un desvío que te lleva a la conocida como Princess Lagoon, pero el día que yo fui estaba impracticable y creo que nadie se acercó hasta este lugar. Según he leído, para bajar hasta la laguna hay que hacer uso de unas escaleras de madera en mal estado y en algunos tramos descender haciendo rápel. Si el día es propicio y te ves con ganas y fuerzas, puedes intentarlo y contar aquí tu experiencia.
Una vez terminada esta miniexcursión, lo mejor será sin duda que te des una ducha en tu hotel o te laves en el mar, porque posiblemente bajes con barro hasta en las orejas.
2 – La cueva del Diamante
Diamond Cave o Tham Pranangnai (en tailandés) – llamada así por el reflejo brillante de las rocas cuando son iluminadas.
El recorrido de la cueva es breve. Consiste en un pasillo estrecho al entrar y una gran bóveda que se visita por un recorrido circular. Es de fácil acceso, por lo que cualquiera puede visitarla.
Se pueden encontrar murciélagos en su interior. Busca en los techos elevados menos iluminados.
Para los amantes de las cuevas, decir que no es nada del otro mundo, pero resulta interesante. Además, es un buen lugar para visitar si te toca un día lluvioso.
Horario – de 08:00 a 17:30
Precio – En temporada alta son 200 bahts (6 euros), en temporada baja 100 bahts (3 euros)
Continuando con la información sobre qué ver y hacer en Railay en un día, no hay que olvidarse de sus playas. Railay tiene dos costas, la que da a la zona este y la del oeste. La costa este está llena de restaurantes y alojamientos, pero no tiene playa donde darse un chapuzón. Sin embargo, la otra costa tiene dos extraordinarias orillas:
3 – Playa Oeste de Railay
Perfecta para darse un chapuzón, pasear o descansar. Vadeada por elevadas rocas con densa vegetación y numerosos chiringuitos a la espalda. Desde esta playa parten la mayoría de excursiones que se realizan en Railay.
Al ser esta una zona propensa a tsunamis, puedes ver carteles tan curiosos como este:
4 – La playa Phra nang
Sin duda alguna, una de las mejores playas de toda Tailandia.
Para llegar hasta aquí debes recorrer un camino que rodea la montaña.
Por este sendero, y en general en toda la península de Railay, es fácil encontrarse con animales en libertad como monos o iguanas. Sé que llaman la atención y que muchas veces la gente se acerca para hacerse fotos e incluso tocarlos. Pero intenta evitarlo, son animales salvajes a los que puede molestarles la presencia humana. No sería la primera vez que a un turista le muerde un mono por acercarse demasiado. Mi consejo es que los veas desde una distancia prudencial. Respeta la naturaleza.
Nada más acceder a la playa Phra Nang, te encuentras con la conocida Cueva de la Princesa, un santuario lleno de falos de madera. Sí, aunque parezca extraño, consiste en una pequeña oquedad en la roca llena de innumerables penes tallados en madera.
Según cuenta la leyenda, una princesa hindú naufragó cerca de la orilla y acabó refugiándose en esta cueva. Hoy en día, los pescadores y navegantes de la zona creen que el espíritu de la princesa todavía mora en esta cueva. Le piden deseos y si estos se ven cumplidos, le hacen ofrendas en este santuario. Los regalos más comunes son flores e incienso, pero usualmente al espíritu de la diosa se le ofrece un regalo un tanto especial, el lingam, tallado en madera. Se cree que da prosperidad y fertilidad a la humanidad. Hoy en día algunas parejas tailandesas se acercan aquí a rendirle tributo a la princesa para poder tener descendencia.
Dejando atrás esta erótica gruta, la playa donde se encuentra es un verdadero paraíso. Las barquitas, las rocas, la vegetación hacen de este un lugar idílico.


Y fue entonces cuando llegó el atardecer. Uno de los mejores que he visto en toda mi vida.
La única pega que puedo ponerle a esta puesta de sol son los dichosos mosquitos, que a esta hora se ve que vienen hambrientos y debes ir bien protegido si no quieres aparecer al día siguiente lleno de picaduras.
5 – Patear las escasas calles del pueblo
La pequeña localidad de Railay apenas cuenta con dos o tres calles que la atraviesan de lado a lado. La más conocida se encuentra llena de tiendecitas y bares donde tomarse algo. Siempre está muy animada hasta bien entrada la noche.
En esta misma calle encontré dos actividades que me llamarón la atención, pero no pude hacerlas por falta de tiempo. Aun así te las comento por si son de tu interés:
6 – Clase de cocina Tailandesa
En un restaurante impartían una clase para aprender a cocinar los platos más típicos de la cocina tailandesa. La actividad se conoce como «Railay Cooking Class» y tiene bastante buena nota en Tripadvisor.
Su horario era:
- Mañana – de 11:00 a 12:30
- Tarde – de 14:00 a 15:30 y de 18:00 a 19:30
- Noche – de 20:30 a 22:00
Precio – de 30 a 35 euros
De todas formas seguro que encuentras por Tailandia infinidad de locales que imparten clases de este tipo, pues los tailandeses son unos enamorados de su cocina, y con razón.
7 – Navegar en busca de plancton bioluminiscente
Consiste en navegar, durante la noche, en un kayak transparente o en una tabla iluminada de paddle surf, en busca de plancton bioluminiscente. Y es que en Tailandia se puede observar este efecto luminoso en algunas playas y en determinadas épocas del año.
Aquí te dejo su página web con precios y horarios. Es muy recomendable reservar con antelación, pues si vas el mismo día puede que no queden plazas.
Y hasta aquí la entrada sobre qué ver y hacer en Railay en un día. Como has visto hay infinidad de actividades interesantes que harán que recuerdes este lugar como uno de los mejores de todo el país.
Mapa de los lugares mencionados en esta entrada:
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