Este día lo dedicamos a pasear de Santa Mónica a Venice Beach y es que tocaba día de playa, que después del calor que pasamos recorriendo la ciudad de Los Ángeles, nos merecíamos un bañito. Y qué mejor sitio que la playa de Santa Mónica, también conocida como la de «Los vigilantes de la playa».
CUARTO DÍA
Por la mañana
Desayuno en el Origial Pantry Café
Hoy no tocaba desayunar en la terraza como en días anteriores porque teníamos planeado ir al Original Pantry Café. Allí los desayunos son descomunales y calóricos, ideales para un día de playa y para subir el colesterol. Aparcamos justo al lado, ya que tienen un parking propio donde las dos primeras horas son gratuitas. Quizás pienses que con dos horas sobra tiempo pero cuidado, porque las colas que se forman a la entrada del bar son bastante largas. Nosotros esperamos la friolera de una hora antes de entrar pero mereció la pena sin duda.
Debes andar con cuidado porque al lado de este parking hay otro que no pertenece al Original Pantry Café y te cobrará desde un inicio.
Dirección – 877 S Figueroa St
Horario – Abierto las 24 horas

Pedimos tortitas (del tamaño de un neumático), batidos, bacon, huevos, patatas… Efectivamente sobró, pero lo que no te comes te lo preparan para que te lo puedas llevar. Y eso hicimos.
Playa de Santa Mónica
Ahora ya sí que tocaba el bañito en la playa. Aparcamos en el parking de un hotel y extendimos las toallas en la arena de Santa Mónica, cerquita de un puesto de vigilantes.
De The Original Pantry a la playa de Santa Mónica – 24 km – 40 minutos en coche

Ahora tocaban los pertinentes baños en el mar (primera vez que nos bañábamos en el Pacífico).
Puerto de Santa Mónica
Tras el “aperitivo” marchamos hacia el puerto. Dimos una pequeña vuelta por la zona y allí vimos el cartel de Santa Mónica que indica el final de la ruta 66.
En el puerto, además del conocido parque de atracciones, hay diversos establecimientos de comida y tiendas. Y un mirador al final de la empalizada donde poder ver el Pacífico en toda su magnitud.
Paseo marítimo
Nos dirigimos hacia el paseo marítimo donde se escuchaba la relajante música de un erhu, un instrumento musical no muy conocido por su nombre pero que seguro que has escuchado.
Como teníamos todo el día para dedicar a la playa de Los Ángeles, decidimos ir andando hasta Venice Beach, aunque mucha gente lo hace en bicicleta, eso ya como prefiera cada uno. La distancia es de algo más de 4 kilómetros entre un punto y otro. A un paso normal serían unos 45 o 50 minutos, pero por el paseo encontrarás infinidad de distracciones por lo que en nuestro caso entre ir y volver nos tiramos toda la tarde.
Nada más arrancar vimos en la arena columpios y cuerdas a las que subir (como un bombero). A este lugar se le conoce como Original Muscle Beach, pero la «Muscle Beach» más conocida se encuentra en Venice Beach.
Al recorrer el paseo íbamos parando por las tiendecitas, algunas de manualidades muy interesantes.

Paramos a comer en una pizzería donde vendían porciones individuales que nos llevamos a la arena para degustarlas. Algunos nos sentamos mirando al mar pero el paseo ofrecía un espectáculo mayor pues por allí pasaba todo tipo de gente.
Seguíamos caminando y conforme nos acercábamos a Venice, el paseo se iba animando más y más.
Llegamos a Venice Skate Park donde unos chavales mostraban sus habilidades con el skate y justo al lado se llevaba a cabo el «Festival of the Chariots» (Festival de los Carruajes o Carrozas). Una fiesta religiosa hinduista que se celebra a primeros de agosto en Venice Beach. Había infinidad de carpas que ofrecían información y comida, unas carrozas excesivamente decoradas (Chariots) que se asemejan a templos y un escenario donde cantaban.

Tras deleitarnos con sus cantos, llegamos a la Muscle Beach, una zona de la playa llena de aparatos de gimnasio donde los más cachas y musculosos del distrito van a exhibirse. Cuando pasamos por allí no había nadie y es que por muy fornido que estés, cuando el calor aprieta, no hay ganas de ejercicio.
Venice Beach
Avanzamos un poco más y giramos a la izquierda, dejando el mar a la espalda para llegar a los canales de Venice Beach conocidos como Venice Canals. La verdad es que no esperaba mucho del lugar pero me sorprendió gratamente el escenario.
El lugar estaba lleno de elegantes casitas alineadas y comunicadas por diversos puentes que cruzaban los canales. La mayoría de las viviendas tenían una barquita para navegar por los canales.
Se puede recorrer Venice Beach a pie fácilmente ya que hay callecitas estrechas que circundan el lugar. Es un sitio la mar de curioso.
Ahora tocaba volver, y lo hicimos por donde habíamos venido. Así que nos pusimos a recorrer el paseo de nuevo pero en sentido contrario. Esta vez sí que vimos dos cachas en Muscle Beach, y es que la temperatura ahora empezaba a ser agradable.
Nos pilló el atardecer llegando de nuevo al puerto, dejando unas fotos increíbles.

También es cierto que allí por esas fechas atardecía muy pronto, sobre las 19:30.
Parque de atracciones del puerto de Santa Mónica
Enseguida se hizo de noche y tocaba el momento de entrar en el parque de atracciones conocido como «Pacific Park«. Subimos a la noria y a la montaña rusa. Ambas eran pequeñas y sencillas y por qué no decirlo, también muy caras (unos 7 u 8 euros cada una).

Hay un ticket por unos 33 dólares con el que podrás subirte a todas las atracciones de manera ilimitada. Si lo compras online, te sale algo más barato.
Horario – El horario del parque de atracciones depende del día y de la temporada. Puedes consultarlos en esta página.
Este fue nuestro último día en Los Ángeles que aprovechamos para ir de Santa Mónica a Venice Beach. Mañana tocaba cambiar de aires.
Mapa de los lugares mencionados entre Santa Monica y Venice Beach(recorrido a pie):
<– Día 3 – Un día en la inmensa ciudad de Los Ángeles
Día 5 – Los Estudios de la Warner y Calico Ghost town –>
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